El paso del gigante.



Si alguna vez tuviste el lujo de ver
 las estrellas en una clara noche de campo, habrás notado lo pequeño que somos, y lo grande que creemos ser o estar. Solo haz la prueba, párate frente a la nada y mira hacia arriba, levanta un poco más tu frente, vamos, un poco más. Verás que grande es la percepción de lo pequeño que eres y en lo gigante donde todos hemos de habitar.

En la ciudad claramente esto no funciona, porque solamente podemos mirar la enormidad de lo pequeño y al gigante quizá nunca jamás divisar.

Comentarios

  1. Muy correctamente estructurado en dos párrafos. Percepciones de una misma realidad totalmente incompatibles entre sí.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares