Las elecciones.




El escrutinio final arrojó por vigésima segunda vez seguida, el resultado de empate. 
Parecía un absurdo, deberían buscarse en los registros y archivos electorales de la historia si alguna vez se ha presentado una situación tal como esta que estamos viviendo ahora. Parecía verdaderamente un absurdo, pero no lo era. Las elecciones del condado llamaban por su atractivo a esta peculiaridad, ridícula para la crítica forastera, pero tan real como la necesidad de encontrar un vencedor. Cualquier broma especulativa previa no podía dar con semejante maridaje.

Sin lugar a dudas esta era la más extraordinaria compulsa de las presentes, las elecciones  más reñidas que solemos presenciar por estos pagos, no era para menos, dos posturas tan radicales como originarias se presentaban para un solo puesto ocupar. Estas eran opuestas en su esencia y tan vitales en su existencia, como un par, que no podrían sobrevivir sin sus posturas contrapuestas, como sosías que comparten la existencia por un solo corazón.   

¡Que sincronización de pensamientos tan dispares debió tener el electorado para dar con tan consecutiva igualdad de opinión! Las autoridades atónitas volvían a presenciar tal prodigioso resultado. Una vez más se declararía un empate, la votación no proclamaría ni un vencedor ni un vencido y en esta ocasión se dejaría todo sin resolución alguna, nada se terminaría hoy, no queda otra opción que citar a todos oportunamente y fijar una nueva fecha de elección.

Primero, se procederá a informar a las formalidades del caso, luego de repetir el recuento de votos definitivo, y si volviese a dar el mismo resultado de empate, se debería reprogramar a la organización necesaria, volver a dar aviso a las autoridades y luego anunciar una nueva fecha  abierta de sufragio electoral, esperando con ansias cada vez más crecientes que sea ese el definitorio, por vigésima tercera vez consecutiva, a las urnas a votar.

Hasta no contar con este anuncio oficial de las autoridades, la veda les regía a todos por igual y sin nadie que diferenciar o privilegiarse. Hasta las doce horas finalmente reinará la calma.

La necesidad de encontrar a un gobernante, empezaba a resultar a esta altura un tanto vital, hasta se pensó en importar a uno, al que salga segundo de la comarca vecina,  de esta manera se esperaría con una autoridad competente a que se eligiera una local, por la propia voluntad de la población, y es que la institucionalidad peligrosamente sigue acéfala, hace dos años ya, y ni veintidós elecciones seguidas han podido dar con el veredicto final. Ni para esta decisión se ponían de acuerdo los lugareños, esta situación irresuelta no tenía precedente, y entró en un laberinto perpetuo de muy difícil resolución, mientras tanto se sigue sin su caudillo presente que gobernara a la población.

Si no fueran tan dispares sus creencias o su manera de ver la realidad, se elegiría, entendemos todos en esta instancia, con una abrumante mayoría a una dirigencia conjunta entre B y A, una coalición de gobernanza, ya que el electorado no podía por sí solo de optar por un único dirigente, un solo paladín para gobernar. Pero nos encontrábamos ante la presencia de los mejores ejemplares antagónicos que la vida política del lugar nos pudo alguna vez brindar, cosa que hacía aún más difícil en la elección para votar.

Era tan dignos de verlos presentes, en cualquier debate que se pudieran manifestar, cada uno con su postura inquebrantable y sin ceder siquiera un poco, nada de donde aflojar. Las discusiones de estos singulares no llegaban nunca a un final, simplemente se daban treguas para alimentarse, acicalarse o ir a descansar, para luego, cuando se volvían a cruzar, continuaban con su debate pujante por ser el hegemónico o simplemente al otro en algo poder conquistar.

La veda seguía presente y aunque pareciera que ante tan enérgica vivencia política del lugar, podría pensar cualquiera que mientras durase este dictamen en el pueblo no habría mucho para contar, o que solo no habría alguna novedad trascendente de la que narrar, que sería un tiempo chato, sin vida, por completo superficial; Pero muy por el contrario a lo uno pensaría, eran los mejores momentos que se respiraban por el lugar, de una fructuosa hermandad tan humana, difícilmente creíble en momentos de campaña, pero de sublime realidad mientras reinaba la veda electoral.

Si sacamos de contexto esta imagen por completo que les presento, o la transportamos atemporalmente a épocas de campaña electoral, no podría ser cierta ni posible y muy difícil sería de observar que tranquilamente toman mate ambos candidatos, los principales para gobernar, mientras se preguntan por sus cosas, se los escucha a los candidatos hablar en un diálogo fluido, cordial y relajado, que por lo bajo confesaban sus vivencias a nada más ni nada meno que su archirrival:

A:- Creo que es momento de que hagamos algo, no sé B, ¿qué le parece?, ¿no cree que estamos perdiendo el tiempo quizás...?

B:- La verdad que sí  lo siento, y a veces me dan ganas de abandonar…

- ¡No! Eso sí que no compañero, no me afloje, hasta el final.

- NO, seguro que no aflojo A, solo lo quería comentar.

- Podríamos hacer algo entonces, algo que no hayamos hecho antes quizás…

- Yo creo que el problema está en el padrón.

- ¿En el padrón?

- Sí, ¿no le parece raro que seamos lo únicos que hay registrados para votar?

-¡Pero si nadie más vive en esta comarca! ¿Quién más habría para votar?

- Por eso creo que necesitamos un tercero para la discordia. Alguien más que se radique por acá.

- Sí, puede ser… por cierto ¿tiene hora?

- Doce y cinco pasadas, ¡uh! terminó la veda, ¡voy a prepararme para la campaña, que hoy tengo mucho de que hablar!

­- No se diga más, ¡por favor! Ud. no tiene autoridad moral para dirigirse al pueblo…

El condado de dos habitantes se prepara para una nueva elección, quizás pronto alguien se radique en este pequeño pueblo, aunque sea para lograr un desequilibrio temporal en la votación, hasta entonces, quizás atestigüemos que en la próxima votación, se quebrante el récord de veintidós empates consecutivos por una elección popular y aunque en las encuestas o el boca de urna ambos candidatos demuestran que poseen altísimas chances de victoria, será un misterio que se develará en el conteo final. Mientras tanto, los pedidos a la gobernación se siguen recibiendo a diario, claro, pero quizás exista alguna demora momentánea para la resolución de algún conflicto o simplemente en recibir una contestación formal por parte de la gobernación.


Comentarios

  1. Lo que al final no llegamos a saber es si cada uno de los candidatos asiste al mitín del otro.Yo haría un poco más larga la conversación distendida entre ellos. Es muy buena y por eso se me queda corta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es un misterio, aunque sospecho que sí asistian, pero solo en calidad de espías.
      Gracias,

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares